Sunday, June 7, 2015

El Puente

Hace muchos años atrás, cuando era una adolescente, recuerdo haber escuchado a una de mis hermanas mayores decir en una dinámica en la iglesia, que en ocasiones es necesario ser puente. Estas palabras siempre quedaron grabadas en mi corazón.
De inmediato en mi interior, realicé las siguientes preguntas: ¿Por qué un puente? ¿Cuál es la función de un puente?
En el transcurso de los años reflexioné nuevamente sobre el tema, pues llegó a mi mente en un momento determinado. Luego decidí responder a mis preguntas como si fuese una estudiante y a la misma vez una maestra. Y encontré las siguientes funciones de un puente:
1.    Sirve para unir lugares, para transportarnos de un lugar a otro.
2.    Existen personas que lo utilizan como refugio, como hogar o vivienda cuando no cuentan con alguna. Lo utilizan como un techo para cubrirse de la lluvia y del sol.
3.    Hacen del camino uno más corto.
4.    Atraviesan lugares los cuales son difíciles de llegar o caminar por ellos.
5.    Nos permiten avanzar.
6.    Se encuentran por lo general, en lugares elevados.
Luego de haber enumerado aquellas características que describen a un puente, pude comprender lo que mi hermana en aquel momento expresaba. Pude comprender que algunos seres humanos, nacimos para ser puentes.
En muchas ocasiones en nuestras vidas hemos realizado la misma función que ellos, sin habernos percatado.
A través de nosotros, de nuestra ayuda, muchas personas han llegado a alcanzar sus metas utilizándonos para llegar a ese lugar que han deseado llegar. Cuando comento que nos han utilizado, no lo expreso de una manera negativa. Aunque tampoco pretendo ignorar a quienes nos han utilizado negativamente.
En nuestro caminar por la vida hemos conocido personas que no tienen un rumbo fijo, que no tienen idea de hacia dónde dirigirse, que atraviesan por muchos problemas y situaciones en sus vidas y no cuentan con alguien a su alrededor para que los ayude. Al encontrarse con nosotros en el camino, nos visualizan como su mano amiga.
A estas personas, las orientamos, las ayudamos. En ocasiones les dedicamos tanto tiempo, que olvidamos nuestros propios intereses, para preocuparnos por los de ellos, a veces dejando a un lado nuestras metas, para ayudarlos a alcanzar las suyas. Hay momentos en que los tenemos que cargar, permitiendo de esa manera, como el puente, que nos pasen por encima.
Ser puente en determinados momentos, puede llevarnos al agotamiento, porque somos humanos. Pero al final del camino, cuando miramos hacia atrás y observamos la cantidad de personas que han pasado por nuestras vidas, que hemos ayudado, nos causa gran satisfacción, hayan sido agradecidas o no.
Y si las enumeramos, veremos que han sido muchas personas las cuales han pasado sobre nosotros, con nuestra ayuda.
Ser puente debe ser para nosotros un orgullo. Los puentes han sido una gran creación del hombre, para el hombre y han sido de gran utilidad. Nos permiten llegar a tantos lugares y como había indicado, unen lo cual entiendo es una de sus funciones más importantes.
Así que de ahora en adelante, te invito junto a mí,  a que cuando atravesemos por un puente, pensemos en la majestuosidad y la grandeza del mismo, y nos visualicemos. Porque así de grandes y majestuosos somos para las personas a quienes hemos servido y para el mundo entero.


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