Wednesday, September 6, 2017

El valor de la familia

A veces nos sentamos a reflexionar sobre lo que hemos logrado en el transcurso de nuestras vidas y llegamos a la conclusión de que NUNCA es suficiente y pretendemos lograr más. No solo por nuestro bienestar personal y/o profesional, sino por la razón principal que nos mueve y es el bienestar y progreso de nuestra familia.

Porque para muchos la familia lo representa TODO. Es un motivo para sonreír, para celebrar, para resistir los golpes que nos da la vida y para levantarnos cuando hemos caído.

Cada vez que formulo algún plan, cada vez que me propongo realizar algún proyecto, o lucho por alcanzar una meta, mis hijos, mi esposo y mi familia en general, son involucrados en cada uno de mis pensamientos y deseos.

Mis padres me enseñaron desde pequeña a valorar a la familia. No recuerdo algún día en que alguno de ellos haya dormido fuera del hogar, siempre permanecían con nosotros, con sus hijos.

En mi corazón guardo gratos recuerdos que permanecerán en el mismo hasta el día de mi fallecimiento. Por ejemplo, recuerdo con exactitud que mi padre siempre se ocupó de llevar el pan a nuestra mesa para que nunca nos faltara el alimento. En ese aspecto no recuerdo haberme acostado a dormir sin haber ingerido algo antes, porque siempre se ocupó de que no sucediera. Recuerdo su rostro cansado, agotado por la faena diaria, sus manos marcadas por el trabajo que realizaba para que a su familia no le faltara nada.

Por otro lado no olvido que mi madre era quien se ocupaba de inculcar en nosotros hábitos de estudio, tomaba de su tiempo para que aprendiéramos y nos desarrolláramos académicamente.

Cada mañana cuando mi padre se levantaba para iniciar su jornada laboral, mi madre era quien se despertaba primero para atendernos a todos nosotros, brindarnos un desayuno y prepararnos para la escuela. De igual forma para que mi padre desayunara antes de salir del hogar.

Hoy quiero reconocer que extraño esa manera de proceder, esa entrega, ese compromiso y esos momentos que eran tan fantásticos y llenos de actividades enriquecedoras.

Recuerdo que mi padre luego de haber trabajado arduamente durante 5 días, tomaba de su tiempo para llevarnos a realizar turismo interno. Hoy cada lugar que conozco de mi bella Isla se lo debo a su afán y empeño porque conociéramos y disfrutáramos.

Cabe destacar que me duele observar como todo esto se ha perdido hoy en día por la tecnología, el afán diario, o la alegada falta de tiempo para disfrutar momentos junto a la familia, lo cual es desde mi punto de vista IMPERDONABLE.

Por esas razones y muchas más es que conservo dentro de mí tan hermosos recuerdos e intento impartirlo a mis hijos. Porque cuando todo el mundo se aparta de tu lado, te abandonan, te rechazan o te dejan a un lado, la familia SIEMPRE permanece.

Recomiendo ante todo, tomar tiempo para la familia, aún dentro de nuestras agendas tan cargadas. Recomiendo que no importando el cansancio, el agotamiento, las situaciones negativas, las dificultades económicas, el impedimento que se presente o la excusa que queramos utilizar, dejemos a un lado la rutina y la pereza.

Comencemos a valorar lo que hoy tenemos, pero que no sabemos si mañana permanecerá con nosotros, o si nosotros permaneceremos con ellos.


Facebook: FlorDeLizSantiagoFernandez

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