Por: Flor De Liz Santiago Fernández, Trabajadora Social, Autora y Escritora
Hoy descubrí que soy un ser libre, y que aunque no tengo alas, puedo volar.
Descubrí que aunque no soy un soldado estoy preparada para cualquier batalla. Que no existe impedimento y que los obstáculos son creados, por lo que podemos sobrevivir aunque estemos muriendo.
Descubrí que la vida representa una oportunidad, que los límites los establezco yo misma y que la tristeza es momentánea.
Descubrí que los sueños sí pueden alcanzarse, y que hay palabras que hieren, pero hay palabras que dan vida.
Descubrí que lo simple puede llegar a ser complejo y que el conocimiento nos provee poder. Que la belleza se encuentra en todos lados y que somos irrepetibles.
Descubrí que el compromiso, la lealtad, y la fidelidad son cualidades únicas, y que en medio del dolor podemos hallar la salida.
Descubrí que una idea, pensamiento o creencia no me define, que soy humana, con luchas, debilidades y fortalezas.
Descubrí que no soy perfecta y que no serlo me parece lo ideal, pero tengo cualidades excepcionales y puedo llegar a ser lo que me proponga.
Descubrí que la diversidad es hermosa, que los estigmas son dañinos y que puedo hacer la diferencia.
Descubrí que puedo ser millonaria de espíritu y que mis fuerzas no son carnales, sino espirituales. Que la fe y la perseverancia son las que me mueven.
Descubrí que no hay reto imposible de lograr y meta difícil de alcanzar. Que el éxito en la vida depende de la actitud más que de la aptitud, porque esta se desarrolla con el tiempo.
Descubrí que no soy imprescindible, pero soy necesaria y útil. Que lo anhelado se adquiere trabajando y que no hay nada imposible.
Descubrí que se puede experimentar el sentimiento de odio, pero que el amor es invensible y opaca el mal con el bien.
Descubrí que las luchas más intensas son las internas y que se puede salir airoso de ellas. Que siempre habrá un mañana y que el ayer solo es parte de mi pasado.
Descubrí que el aprendizaje es continuo y que mi paso por la vida es pasajero. Que soy quien soy y aspiro a ser más. Que mientras mi estuche desmerece, mi interior se renueva día a día transformándome en un ser completamente diferente.
Descubrí que en el ocaso de mi vida, solo me acompañarán los recuerdos, las experiencias, los momentos, los instantes, los sucesos. Mientras lentamente mi ser se despide en su momento de todo lo vivido, permaneceré feliz por haber descubierto que la vida es una sola y que para saber vivir solo se requiere el deseo.
Por tales razones hoy descubrí que haré todo lo que tenga que hacer, lo que esté a mi alcance para sentirme plena, dichosa, feliz, completa y realizada.
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