Dra. Flor De Liz Santiago Fernández, E.Ed, M.Ed Autismo y Educación Especial, LTSC, MTS, BTS, TCR, Diplomado en Psicopatología y Mindfulness, Certificada en PNL Practitioner & NLP Life Coach (Acreditado), Autora y Escritora, Administradora y Fundadora de Family Balance Therapy, LLC. Puerto Rico/Estados Unidos, Profesora en Ana G. Méndez, South Florida (Miami Lakes).
Tuesday, August 29, 2017
Dilemas de Parejas: ¿Quién debe pagar la cuenta?
¿Te ha ocurrido que has visitado algún restaurante con
tu pareja y luego de disfrutar la cena comienzan a cuestionarse quién pagará la
cuenta? Estoy completamente segura de que te ha sucedido.
La
sociedad está acostumbrada a que sea el hombre quien pague la cuenta cuando se
trata de salir con su pareja, y si llegasen a observar a una mujer pagando, de
inmediato comienzan a murmurar. Esto me lleva a cuestionarme lo siguiente:
¿Cuál es el inconveniente en que la mujer pague la
cuenta? ¿Será por temor a la respuesta de una sociedad machista la cual
establece que el hombre es quien debe pagar? ¿Será porque entendemos que el
hombre debe pagarnos? ¿O será el propio machismo del hombre, el que le impide
permitir que sea la mujer quien pague?
Honestamente esta actitud me parece un poco inmadura,
porque aunque reconozco que vivimos en una sociedad que señala duramente y
juzga, no podemos vivir de acuerdo a lo establecido por esta.
Ya es hora de romper con estereotipos y dirigirnos
hacia nuevos cambios y nuevas formas de
vivir, gozar y disfrutar la vida, independientemente de lo que los demás
piensen.
Las mujeres hemos luchado arduamente porque se nos
igualen los derechos, por ocupar puestos de importancia, luego de habernos
preparado igualmente a los hombres o mucho más que ellos. Hemos luchado por
tanto, que el simple hecho de pagar una cuenta cuando salimos con nuestra
pareja, no nos quita valía.
Y aunque apoyo el hecho de que como mujeres podemos
pagar la cuenta en determinados momentos, desde mi punto de vista, comprendo
que esta debe pagarse en común acuerdo y aquí les comparto algunas opciones:
- Antes de salir establezcan quién pagará, si lo estiman necesario.
- Pueden compartir los gastos como pareja (uno paga la cena y otro el postre, o simplemente la mitad del total).
- En ocasiones y por mutuo acuerdo puede pagar uno y en otra ocasión puede hacerlo el otro.
- De vez en cuando sorprende a tu pareja con una cena, o una invitación en donde seas tú (mujer u hombre), quien asuma todos los gastos.
- No permitan que lo impuesto por la sociedad sea la norma en su relación, ya que algo tan sencillo como el hecho de quién pagará la cuenta, puede ocasionar un inconveniente o un disgusto, y dañarnos el momento.
No olviden que lo importante no es quién pagará la
cuenta, sino el hecho de que puedan disfrutar tiempo de calidad con esa
persona tan especial y amada, lo que pueden lograr mediante una buena
comunicación, sin oprimir el bolsillo de la pareja y siendo completamente
justos.
Facebook:
FlorDeLizSantiagoFernandez
Monday, August 28, 2017
El "NO" como respuesta
Para escribir este pensamiento, me inspiré en unas palabras compartidas por una profesora de la Universidad Interamericana, Recinto Metropolitano a quien no tuve el privilegio de tener como profesora mientras me preparaba para obtener el grado de Maestría en Trabajo Social, pero a quien por referencias y porque la sigo en las redes, he logrado admirar. Una gran mujer, trabajadora social y pastora: la Dra. Raquel Gauthier a quien pude abrazar el día de mis actos de graduación.
En sus palabras en el día de hoy mencionó que en ocasiones debemos aprender a decir: "NO", y adujo que eso es parte de amarnos a nosotros mismos.
Reconozco que nunca lo había percibido de esta manera, por lo que le agradezco la gran enseñanza en la mañana de hoy.
Soy de las personas que pensaba que si en determinados momentos decimos esa palabra a alguien que nos solicita ayuda o algún tipo de servicio por tal o cual razón, debíamos decir que sí aunque humanamente no pudiéramos.
He podido despertar luego de haber escuchado las palabras sabias de la Dra. Gauthier por medio de su enseñanza y he llegado a comprender que en realidad nos agotamos demasiado por no aprender a utilizar la palabra: "NO", sin que nos sintamos culpables por hacerlo.
Solía ser de las personas que si me invitaban a alguna actividad, asistía aunque por dentro me estuviera desmoronando. Porque como muy bien dijo la Dra. Gauthier, nosotros los profesionales de ayuda nos esforzamos en brindar la mano, apoyo, y seguimiento a muchas personas a quienes impactamos mediante nuestros servicios y nos olvidamos de que también necesitamos y requerimos tiempo.
Así que cuando alguien me invitaba para hacer acto de presencia, respaldar alguna actividad, asistir a un evento, o realizar algún trabajo extra, nunca decía "NO". Luego de esto, continuaba el agotamiento físico y/o emocional, y era muy difícil recuperarme.
Era de esas personas que cuando tenía que decir: "NO"en alguna circunstancia meditaba todo el día acerca de mi decisión adjudicándola como incorrecta y me sentía culpable por ello, muy culpable. Sentía que era mi deber ayudar o presentarme para ayudar, colaborar o como bien dijese, hacer acto de presencia.
Hoy por medio de la Dra. Gauthier he llegado a comprender que no tengo por qué sentirme culpable, que no tengo por qué pensar que actúo de manera incorrecta o egoísta, y que esto es parte de amarme a mí misma.
Luego de haber inculcado estas palabras en mi corazón y llevarlas en mi pensamiento en el día de hoy, siento paz y no hay en mí sentimientos negativos. Porque comprendo que es necesario tomar tiempo para uno mismo, para nuestra familia y para resolver las situaciones que nos aquejan. Porque comprendo que un "NO" debe ser interpretado como una decisión momentánea por tal o cual razón, mas no implica un rechazo o una negación por completo, como tampoco un acto de egoísmo.
Para los que se pregunten lo siguiente: ¿Por qué una trabajadora social ha llegado a comprender esto ahora luego de haber terminado sus estudios y de ejercer su profesión? ¿No se supone que tenga conocimiento sobre esto? Pues les responderé que sí, es muy cierto que tengo el conocimiento y la preparación. Pero muchas veces aprendemos en la práctica, mas no en la teoría. Esa práctica que aunque la ejercemos con nuestros participantes en cada escenario laboral en donde se nos permite ejercerla, pero no la aplicamos a nuestras vidas quizás porque no lo percibimos, no nos percatamos o simplemente pensamos que es nuestro deber siempre decir: "Sí" cuando se nos solicita.
Hoy reitero mi posición en que la Dra. Gauthier ha sido de gran bendición a mi vida y me ha hecho valorar las decisiones que he tomado en algunas circunstancias o situaciones.
A través de este pensamiento, mas bien diría desahogo, pretendo que las personas comprendan por qué razón decimos "NO" o recibimos un "NO" como respuesta de igual manera. Que puedan comprender que no es algo personal contra quien nos solicita o nos requiere, sino que estamos frente a seres humanos que necesitan, requieren descanso, requieren tiempo y requieren fortalecerse para poder continuar sirviendo, que es lo que más nos apasiona, y poder hacerlo de una manera efectiva.
Así que les exhorto a no juzgar o señalar cuando alguien nos dice: "NO". Les exhorto a evaluar las razones que lo/la llevaron a tomar tal determinación y así comprenderemos mucho mejor su respuesta.
De mi parte, siempre que pueda estaré presente, dispuesta y continuaré siendo solidaria, pero el día que tenga que decir: "NO", lo haré sin remordimiento alguno.
¡Gracias Dios, gracias Dra. Raquel Gauthier!
(Cabe destacar que me refiero a determinados momentos y no
a que asumamos esta postura como una costumbre para no ayudar, servir o decir presente).
En sus palabras en el día de hoy mencionó que en ocasiones debemos aprender a decir: "NO", y adujo que eso es parte de amarnos a nosotros mismos.
Reconozco que nunca lo había percibido de esta manera, por lo que le agradezco la gran enseñanza en la mañana de hoy.
Soy de las personas que pensaba que si en determinados momentos decimos esa palabra a alguien que nos solicita ayuda o algún tipo de servicio por tal o cual razón, debíamos decir que sí aunque humanamente no pudiéramos.
He podido despertar luego de haber escuchado las palabras sabias de la Dra. Gauthier por medio de su enseñanza y he llegado a comprender que en realidad nos agotamos demasiado por no aprender a utilizar la palabra: "NO", sin que nos sintamos culpables por hacerlo.
Solía ser de las personas que si me invitaban a alguna actividad, asistía aunque por dentro me estuviera desmoronando. Porque como muy bien dijo la Dra. Gauthier, nosotros los profesionales de ayuda nos esforzamos en brindar la mano, apoyo, y seguimiento a muchas personas a quienes impactamos mediante nuestros servicios y nos olvidamos de que también necesitamos y requerimos tiempo.
Así que cuando alguien me invitaba para hacer acto de presencia, respaldar alguna actividad, asistir a un evento, o realizar algún trabajo extra, nunca decía "NO". Luego de esto, continuaba el agotamiento físico y/o emocional, y era muy difícil recuperarme.
Era de esas personas que cuando tenía que decir: "NO"en alguna circunstancia meditaba todo el día acerca de mi decisión adjudicándola como incorrecta y me sentía culpable por ello, muy culpable. Sentía que era mi deber ayudar o presentarme para ayudar, colaborar o como bien dijese, hacer acto de presencia.
Hoy por medio de la Dra. Gauthier he llegado a comprender que no tengo por qué sentirme culpable, que no tengo por qué pensar que actúo de manera incorrecta o egoísta, y que esto es parte de amarme a mí misma.
Luego de haber inculcado estas palabras en mi corazón y llevarlas en mi pensamiento en el día de hoy, siento paz y no hay en mí sentimientos negativos. Porque comprendo que es necesario tomar tiempo para uno mismo, para nuestra familia y para resolver las situaciones que nos aquejan. Porque comprendo que un "NO" debe ser interpretado como una decisión momentánea por tal o cual razón, mas no implica un rechazo o una negación por completo, como tampoco un acto de egoísmo.
Para los que se pregunten lo siguiente: ¿Por qué una trabajadora social ha llegado a comprender esto ahora luego de haber terminado sus estudios y de ejercer su profesión? ¿No se supone que tenga conocimiento sobre esto? Pues les responderé que sí, es muy cierto que tengo el conocimiento y la preparación. Pero muchas veces aprendemos en la práctica, mas no en la teoría. Esa práctica que aunque la ejercemos con nuestros participantes en cada escenario laboral en donde se nos permite ejercerla, pero no la aplicamos a nuestras vidas quizás porque no lo percibimos, no nos percatamos o simplemente pensamos que es nuestro deber siempre decir: "Sí" cuando se nos solicita.
Hoy reitero mi posición en que la Dra. Gauthier ha sido de gran bendición a mi vida y me ha hecho valorar las decisiones que he tomado en algunas circunstancias o situaciones.
A través de este pensamiento, mas bien diría desahogo, pretendo que las personas comprendan por qué razón decimos "NO" o recibimos un "NO" como respuesta de igual manera. Que puedan comprender que no es algo personal contra quien nos solicita o nos requiere, sino que estamos frente a seres humanos que necesitan, requieren descanso, requieren tiempo y requieren fortalecerse para poder continuar sirviendo, que es lo que más nos apasiona, y poder hacerlo de una manera efectiva.
Así que les exhorto a no juzgar o señalar cuando alguien nos dice: "NO". Les exhorto a evaluar las razones que lo/la llevaron a tomar tal determinación y así comprenderemos mucho mejor su respuesta.
De mi parte, siempre que pueda estaré presente, dispuesta y continuaré siendo solidaria, pero el día que tenga que decir: "NO", lo haré sin remordimiento alguno.
¡Gracias Dios, gracias Dra. Raquel Gauthier!
(Cabe destacar que me refiero a determinados momentos y no
a que asumamos esta postura como una costumbre para no ayudar, servir o decir presente).
Friday, August 25, 2017
Breve pensamiento
Hoy estoy un poco nostálgica recordando los hermosos
momentos que pasé junto a mis padres cuando era una niña, y analizando lo rápido que ha pasado el tiempo.
Esto me hace meditar en los sacrificios que hacen los
padres cada día por sus hijos para que nada les falte, lo que no comprendemos
al momento debido a nuestra inocencia.
Yo deseo con todo mi corazón que mis hijos me
recuerden de igual manera.
Deseo que cuando tengan mi edad y yo la de mis padres, recuerden lo mucho que los amé y todo lo que luché por ellos, dejando en momentos de ser para mí, para dedicarme a ellos por completo.
Deseo que cuando tengan mi edad y yo la de mis padres, recuerden lo mucho que los amé y todo lo que luché por ellos, dejando en momentos de ser para mí, para dedicarme a ellos por completo.
Que puedan comprender que los amé y los respeté independientemente
de las decisiones que hayan tomado en la vida. Que los valoré por encima de
todo y que siempre fueron y serán mi razón de vivir.
Eso quiero…
Tuesday, August 22, 2017
El amor más allá de cualquier diagnóstico
El amor verdadero no tiene límites |
Por: Flor De Liz Santiago Fernández, Trabajadora Social, Especialista en Autismo, Autora y Escritora
Muchas parejas hemos abrazado la idea de convertirnos
en padres. Por lo que algunos desde la soltería, soñamos e imaginamos cómo serán
nuestros hijos y hacemos grandes planes para ellos. Hasta que llega el momento
preciso en que la vida nos premia con tan preciado regalo.
Pero, ¿qué sucede cuando al pasar los años, nos
percatamos de que nuestro hijo o hija no
se desarrolla como lo habíamos planificado? ¿Qué sucede cuando nos informa algún
médico, profesional de la salud o especialista que ese hijo o hija tiene un
diagnóstico de autismo (TEA), u otro diagnóstico?
En ese momento sentimos que el mundo se nos viene
encima, nos desesperamos, lloramos, nos sentimos frustrados, reclamamos a Dios
o a quien fuese necesario reclamar.
Al recibir una noticia como esta, comenzamos a
experimentar varios procesos o etapas. Primero comenzamos por el
cuestionamiento realizándonos las siguientes preguntas: ¿por qué me sucede esto
si deseé ser padre o madre con toda mi alma? ¿Por qué a mí? ¿Por qué no le
sucede esto a mujeres u hombres negligentes que no se ocupan de sus hijos?
Luego viene la negación, y a esta le siguen otras etapas.
Lo peor de todo es escuchar a familiares y amigos
cuando nos dicen (pensando que nos consuelan): “fíjate, pudo haber sido peor,
hay casos más complicados”. Ante palabras como estas nos toca respirar profundo.
Si bien es cierto que deseamos que nuestros hijos
nazcan, crezcan y se desarrollen sanos y fuertes, por otro lado el tener el
privilegio de tener a un hijo o hija con autismo es una experiencia maravillosa
y enriquecedora. Esta nos fortalece como seres humanos, nos genera empatía y
permite que desarrollemos destrezas y habilidades extraordinarias como padres y
como seres humanos.
Un hijo o una hija con autismo es un regalo que nos ha
dado la vida para demostrar nuestra capacidad de amar por encima de cualquier
situación, adversidad y/o dificultad.
Hace 7 años atrás llegó a mi vida uno de mis 2 hijos,
un niño deseado y anhelado. Luego de casi 3 años de su nacimiento recibimos la
noticia de su diagnóstico de autismo el cual en ese momento nos conmovió y nos
debilitó por un instante. Luego de esto, trabajamos y luchamos por él con el
propósito de ayudarle en su desarrollo.
Hasta el momento con la ayuda de Dios, de
especialistas capacitados, de nuestro esfuerzo como padres, y de su disposición
e inteligencia, lo hemos logrado. Porque hemos aprendido que no hay nada imposible,
basta con desear y luchar.
No importa lo que diga la ciencia o el diagnóstico
recibido, no nos podemos rendir. Es un privilegio ser madre o padre de un niño
o niña con autismo, pues a través de estos podemos aprender a valorar a otras
personas que representan la diversidad.
La evolución y progreso de tu hijo o hija depende de
ti, de tu disposición, de cuánto creas en sus capacidades. Yo he optado, por no
permitir que nadie me diga que mi hijo NO PUEDE lograr hacer tal o cualquier
cosa, no sin antes haberlo intentado.
Para poder enfrentar de manera positiva el diagnóstico
de tu hijo o hija, es necesario que te eduques para de esta manera puedas
conocer las leyes que le cobijan y luches para que sus derechos sean respetados
y valorados. La educación es un aspecto de suma relevancia para enfrentar este
arduo proceso.
La diversidad representada por mi hijo me ha hecho
percibir el mundo y a las personas de manera diferente, me ha hecho crecer, me
ha transformado en una persona aún más empática. Tan empática que los años
invertidos en mi preparación académica y la experiencia en mi profesión como
trabajadora social, le quedan cortas.
Quisiera que llevemos el mensaje de que el amor que
sentimos por nuestros hijos e hijas independientemente de un diagnóstico, es
superior, único, invaluable y se fortalece con el tiempo. Haciendo esto,
experimentaremos grandes resultados.
Facebook:
@FlorDeLizSantiagoFernandez
@FamilyBalanceTherapy
@FamilyBalanceTherapy
Friday, August 18, 2017
Un buen líder
Un buen líder promueve el trabajo en equipo. Se
dirige a los demás con respeto y cortesía, sin dejar a un lado la autoridad que
le caracteriza y sin dejar de cumplir con sus deberes y funciones.
Un líder percibe los errores e intenta enmendarlos
junto a su equipo de trabajo. Se preocupa y ocupa por el bienestar de su equipo
con el fin de que el trabajo se realice de la mejor manera posible.
Sabe escuchar, es diligente, atento, entusiasta,
motivador, emprendedor, soñador, luchador y se encuentra enfocado en la meta.
Tiene la capacidad de que captar la atención de los
demás y de inspirarlos.
Un buen líder es capaz de llevar a su equipo a elevar
al máximo sus capacidades y a descubrir grandes habilidades. Procura que este
camine en una dirección para el beneficio de todos en común.
No busca protagonismo, más bien busca el
reconocimiento de todos los que componen su equipo.
Disfruta adquirir conocimiento y lo comparte con los
demás.
Es una persona educada, inteligente, creativa. Está
capacitado para tomar decisiones que pueden causar impacto positivo o negativo
en su equipo, por el bien de la empresa, pero lo hace de una manera sutil,
clara y cordial mostrando empatía.
Un buen líder nace o puede forjarse en el camino
mediante la adquisición de conocimiento y estrategias, y es una persona
exitosa, que valora el esfuerzo y el sacrificio de otros para llegar a ser
igualmente exitosos.
Cabe destacar que un buen líder no obliga, no hostiga,
no ofende, no discrimina, no utiliza palabras soeces para dirigirse a su equipo
de trabajo.
Un buen líder sabe negociar, pregunta, cuestiona, hace
buen uso del lenguaje y de la comunicación y lo describe el respeto hacia sus
colegas, hacia su trabajo y hacia sí mismo.
Facebook: FlorDeLizSantiagoFernandez
Tuesday, August 15, 2017
Mi pareja no me valora
¿Esto sucede aún en nuestros tiempos? ¿Cómo es posible
que se permita y se tolere?
Hace unos días atrás escuché a una joven expresar que
cumplía tantos años de casada junto a su pareja. Esta comentaba que habían
durado muchos años porque su esposo trabajaba arduamente y ella “solo” realizaba
las tareas en el hogar (como si fueran pocas), y “solo” se encargaba de la
educación de sus 4 hijos (como si fuera tarea fácil).
Adicional a esto, la joven alegó que aunque su esposo
nunca le ha agradecido el trabajo que realiza, o le ha expresado con palabras
la importancia del mismo, sino que más bien le recuerda que gracias a su
trabajo no tienen necesidad alguna, ella sabe que él la ama y la valora. (Cabe
destacar que la chica comentó que su esposo le ha hecho sentir que esa es su
responsabilidad y que ella la asume, antes de que otra mujer lo haga).
Mientras escuchaba su anécdota, de esas que no se nos
dicen directamente, sino que las escuchamos sin querer, reflexioné acerca de
ese tipo de relaciones en donde no se valora a una de las partes y muchas veces
pasa desapercibido.
Es triste reconocer que en medio de algunas relaciones
de pareja, pueda existir una parte que menosprecia el trabajo y la labor de la
otra parte. Esto significa que por más esfuerzos que se hagan y por más
sacrificios para complacer y hacer feliz a su pareja, esta no le preste importancia
a lo realizado, más bien, por otro lado, le reste mérito.
Muchas parejas viven comparándose o compitiendo por
ser mejor o tratar de percibirse como el/la mártir de la relación, más sin
embargo no prestan atención a las necesidades de la otra persona.
Por lo que no importa si la pareja se siente enferma,
angustiada, deprimida, adolorida, entre otros aspectos, porque simplemente lo
que le interesa es su bienestar propio. Este tipo de personas, por el
contrario, si son ellos/ellas los/las que presentan algunos de estos síntomas o
situaciones, piensan que el mundo debe detenerse para que puedan ser atendidos/as.
Es que en realidad esto de convivir no es meramente
amarse y ya, hay otros aspectos de gran relevancia que están envueltos.
Aunque creamos que es extraño el hecho de que una
persona conviva con otra o comparta con otra que no la valora, sí sucede y
pueden ser muchas las razones, las cuales no juzgaré, como tampoco justificaré.
Pero no puedo negar que al escuchar a la joven antes mencionada, tuve que cuestionarme de la siguiente manera:
• El aceptar a nuestro lado a una persona que no nos
valore, ¿Puede significar que no sentimos amor propio?
• ¿Nos sentiremos inseguros/as?
• ¿Será una relación enfermiza?
• ¿Estaremos a tiempo para liberarnos?
• ¿Cómo podríamos salir de ella?
• ¿Será que no percibimos las señales o vendamos
nuestros ojos para no verlas?
Concluyo indicando que quien solicita respeto, debe
brindar respeto y cuando una relación carece de esto, definitivamente no puede
continuar. En una relación de pareja cada componente de la misma es importante,
merecen igual atención, porque ninguno es mejor o peor, y cada quien aporta
positivamente a la relación.
Por lo que NUNCA debe minimizarse el trabajo realizado
por la otra parte y debemos aprender a reconocer que cada ser humano es
especial, maravilloso, único y de gran valor.
Facebook: FlorDeLizSantiagoFernandez
Saturday, August 12, 2017
El matrimonio: responsabilidad compartida
Cuando escuchamos la palabra matrimonio la asociamos
con una pareja que se une para convivir bajo el mismo techo, lo que no está muy
lejos de la realidad.
Esto no solo implica compartir una vida juntos, sino
compartir deberes y responsabilidades en las que incurren dos personas, una vez
deciden unirse como pareja.
Ya no estamos en esos tiempos en donde se le
adjudicaba al hombre el trabajo remunerado fuera del hogar y a la mujer el
trabajo en el hogar.
Hoy por hoy todo ha cambiado. Por lo que es
imprescindible que la pareja comience a adaptarse a estos nuevos cambios.
Ya no es necesario que solo el hombre salga del hogar
para llevar el sustento, pues es un trabajo que la mujer puede realizar. De
igual manera no es requerido que únicamente sea la mujer la persona encargada
de las tareas en el hogar y/o la educación de los hijos. Porque hoy en día, es
una responsabilidad compartida, en la que ambos deben tomar parte.
Cuando en el matrimonio uno de los cónyuges asume un
solo rol y adjudica todos los demás a la otra parte, se crea inconformidad,
infelicidad, inestabilidad e inseguridad y se minimizan las capacidades de la
otra parte. De igual forma, se debilita la relación. Por el contrario, cuando
se comparten roles, deberes, tareas y responsabilidades y se valora el trabajo
realizado por la otra parte, se produce un estado de seguridad y de felicidad
momentánea la cual conlleva a fortalecer la relación.
Así que si en algún momento percibes que tu pareja se
muestra angustiada, retraída, enojada o inconforme, solo debes meditar si en tu
relación o en tu matrimonio las responsabilidades son compartidas. Y analiza lo
siguiente: ¿cómo te sentirías si en tu lugar de trabajo le asignaran un rol a
un empleado X, mas sin embargo se te adjudicaran los demás roles y tareas a ti
únicamente? ¿Cómo te sentirías? ¿Estarías satisfecho/a?
De la misma manera se sentiría tu pareja al percibir
que toda la carga o responsabilidad matrimonial recae sobre ella. Y que conste,
que en tu trabajo devengas un salario, mientras quien trabaja en el hogar no
recibe alguno, como tampoco muestras de agradecimiento por el trabajo realizado,
en ocasiones.
Este artículo ha sido dedicado a esos hombres y a esas
mujeres que luchan por el cambio en las relaciones matrimoniales y que rompen
con las construcciones sociales que establecen cuáles deben ser las funciones o roles del hombre
y de la mujer en una relación.
Sunday, August 6, 2017
Reflexión sobre el camino
Aunque las circunstancias
se encarguen día tras día de apagar tus deseos de luchar. Aunque intenten
debilitarte en medio del camino, recuerda que tú eres mucho más fuerte que
cualquier circunstancia o situación, así que no te detengas.
Si como parte del proceso
experimentas la soledad porque los que han estado a tu lado en determinados
momentos se han apartado, recuerda que no eres la única persona que ha tenido
que llegar sola a la meta, y que esto te sirva de motivación para continuar.
Procura conservar en tu mente, que para
llegar a esa meta tan anhelada solo necesitas de Dios o de la fuerza en la que
hayas decidido creer y por encima de todo, necesitarás de tus propias fuerzas.
Si al finalizar tu camino,
tal o cual persona te reclama haberla olvidado luego de haber llegado, no
sientas culpa por esto, más bien pregúntate en dónde se encontraba esa persona
cuando más necesitabas de una mano amiga, cuando sufrías y llorabas en medio de
tu proceso.
Muchos han aprendido con
el paso de los años a luchar por sus sueños y a comprender que como son suyos, no pueden pretender arrastrar a otras personas para poder
cumplirlos.
Quien haya decidido estar a tu lado para que puedas alcanzarlos, debió ser por elección, lo que desde
mi punto de vista es de gran valor.
Por eso decide hoy, que
llegues a donde llegues, vayas a donde vayas y si tienes la oportunidad de
alcanzar el éxito, lleves contigo a esas personas que por elección suya te han
acompañado a lo largo del camino. Esas personas que siempre han creído en ti,
en tus capacidades, en tus talentos y han hecho de tu camino, el suyo.
Si observas a tu alrededor quizás percibirás que son muchas las personas que te conocen y expresan apreciarte, pero descubrirás a lo largo del camino, que son pocas las que en realidad te admiran, te aprecian, te estiman o te quieren por lo que en realidad eres. A estas personas son a las que debes conservar a tu lado.
Si asumes una actitud positiva, lograrás comprender que en realidad no son pocas las personas que han permanecido a tu lado como habías descubierto, sino las necesarias, las que aportan a tu vida de manera positiva y a las que tu puedes impactar de igual manera.
Así que valora a cada una de esas personas, valórate a ti mismo/a, mantén firmes tus pasos, enfócate en tus metas y disfruta de todas las bendiciones que recibirás al finalizar tu jornada.
Si observas a tu alrededor quizás percibirás que son muchas las personas que te conocen y expresan apreciarte, pero descubrirás a lo largo del camino, que son pocas las que en realidad te admiran, te aprecian, te estiman o te quieren por lo que en realidad eres. A estas personas son a las que debes conservar a tu lado.
Si asumes una actitud positiva, lograrás comprender que en realidad no son pocas las personas que han permanecido a tu lado como habías descubierto, sino las necesarias, las que aportan a tu vida de manera positiva y a las que tu puedes impactar de igual manera.
Así que valora a cada una de esas personas, valórate a ti mismo/a, mantén firmes tus pasos, enfócate en tus metas y disfruta de todas las bendiciones que recibirás al finalizar tu jornada.
Wednesday, August 2, 2017
¿Qué tipo de mujer eres?
En algún
momento de nuestras vidas hemos escuchado preguntas como esta. Pues nuevamente
responderé a la misma.
No soy el tipo
de mujer que está de moda hoy en día. No tengo los pechos grandes, no soy
delgada, no tengo un cuerpo perfecto, como tampoco tengo una apariencia
semejante a una reina de belleza.
No presumo mi
cuerpo en las redes, porque en realidad de acuerdo a la sociedad actual, no
tendría nada que presumir, porque no me adapto a lo que la sociedad conoce como
la mujer perfecta.
No soy el tipo
de mujer que todos los hombres admiran, siguen, desean o darían lo que fuera
por compartir un solo día. Como tampoco soy el tipo de mujer que suele lucir lujosos
vestidos o valiosos accesorios.
No soy el tipo
de mujer que verán a diario de punta en blanco, con tacones altos (aunque me
encantan), con el cabello estilizado, las uñas bien pintadas y ropa nueva de
diseñador.
Ante los ojos
de la sociedad sería el tipo de mujer, normal, quizás aburrida y sencilla.
Pero algo sí
puedo reiterar, no necesito ser de ninguna manera porque soy el tipo de mujer
que yo quiero ser, y no lo que otras personas me impongan.
Me visto y me
arreglo de manera espectacular solo cuando yo lo deseo. No necesito que todos
los hombres me admiren, me sigan, me deseen o quieran estar junto a mí, porque
a mi lado tengo al hombre que yo elegí. No necesito presumir un cuerpo delgado,
con grandes pechos, como tampoco necesito ser tan bella como una reina de
belleza y ¿saben por qué?
Porque mi
interior supera mi exterior, porque soy una mujer emprendedora, inteligente,
fuerte, valiosa, luchadora y una vestimenta o un prototipo no me define.
El tipo de
mujer que soy es uno que se fortalece con el tiempo, se enriquece, crece, alcanza
metas y objetivos en la vida.
Porque el tipo
de mujer que soy, ya no se encuentra hoy en día en todos lados, lo que me hace
única y especial, y mucho más notable que un cuerpo atractivo. Porque eso soy,
soy más que un cuerpo, más que un rostro, más que una sonrisa. Soy más que una
apariencia, que una silueta, y mucho más de lo que la sociedad piensa que soy.
No obstante,
procuro siempre cuidar mi estuche, porque es necesario proteger lo que guarda
el tesoro, y esto se encuentra en mi interior, eso es lo que soy, lo que yo he decidido ser.
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