Por: Flor De Liz Santiago Fernández, Trabajadora Social, Especialista en
Autismo, Autora y Escritora
Para
padres, madres o personas responsables que a diario enfrentamos dilemas en el
proceso de abogar por los derechos de nuestros hijos e hijas con autismo. Esta
reflexión es para todos nosotros.
Procuremos
ser lo mejor que podamos no importa la circunstancias que se presenten en la
vida. No importa los obstáculos que se interpongan en nuestro camino, no
perdamos el enfoque. Sucederán muchas cosas a nuestro alrededor pero tenemos
que llenarnos de valor para continuar.
Nuestros
hijos/as nos necesitan fuertes, con una actitud de optimismo ante la vida para
de esta manera poder ayudarlos/as, porque hemos sido seleccionados para
guiarlos en el camino. Un camino lleno de retos, pero de igual manera un camino
que si lo tomamos de la manera correcta, puede transformarse en un camino de
grandes recompensas y logros.
En el
proceso lloraremos, pero también sonreiremos, sentiremos que caemos, pero nos
levantaremos, porque hemos comprendido que tenemos un propósito y una
encomienda en la vida. Esta es la de luchar para que nuestros hijos/as
disfruten una vida plena e independiente, y que puedan vivir en una sociedad
libre de prejuicios.
Nos
encontraremos con personas negativas que nos dirán que no podremos lograr lo
propuesto, pero a esas personas, mediante nuestras acciones les demostraremos
que se equivocan totalmente. Les demostraremos que poco a poco y día tras día
avanzaremos y aunque lo hagamos a paso lento, nos sentiremos seguros, porque al
final lo lograremos.
Muchas
personas me han cuestionado si me he sentido cansada o agotada por llevar a mi
hijo desde sus tres años a terapias tres veces por semana (ya tiene 7 años).
Ante preguntas como esta, les respondo que sí me he sentido cansada y agotada
porque soy un ser humano. Luego les indico que a pesar del cansancio y del
agotamiento físico, en mi interior hay una gran satisfacción cada vez que
observo el progreso de mi hijo. Un progreso que quienes están afuera no lo
perciben, pero yo que soy su madre he podido hacerlo con el pasar del tiempo.
En este
aspecto les comparto que mi hijo no pronunciaba ningún tipo de palabra y se
dirigía a su familia a través de gritos o quejidos, enfrentaba dificultades con
el sueño, realizaba movimientos estereotipados, entre otros. Con el pasar del
tiempo, mediante los servicios el mismo hoy en día puede comunicarse de manera
verbal, ya no enfrenta dificultades con el sueño, como tampoco realiza
movimientos estereotipados. Si esto no es progreso, ¿cómo se le conocerá
entonces? Por eso es que nunca debemos rendirnos.
Por otro
lado les indico que como trabajadora social, entiendo y reconozco que no puedo
privar a mi hijo de su derecho de recibir asistencia mediante sus terapias o
servicios relacionados, porque sería un acto de negligencia de mi parte. De
igual manera, no podemos pretender observar el progreso de un día para otro,
sino con el pasar del tiempo, por lo que es requerido llenarnos de paciencia,
esperanza y sobretodo fe, la cual es primordial.
Nuestros
hijos/as son el mejor regalo que nos ha dado la vida, y por ellos haremos todo
lo necesario para que puedan superarse. Para lograrlo, procuremos continuar
siendo padres entregados, comprometidos, responsables, apoderados, resilientes,
fuertes y valientes ante todo lo que se nos presente como obstáculo.
Procuremos
dejar a un lado el pesimismo, las malas influencias, el prestar importancia a
lo que otros piensen o digan y procuremos prestar atención ante cualquier acto
que intente violentar los derechos y/o la dignidad de nuestros hijos/as.
Permitámonos
continuar cada día fortaleciendo nuestras capacidades, educándonos, educando a
otros. No olvidemos que el conocimiento nos provee poder. Ese poder para tomar
decisiones asertivas, poder para conocer y entender las leyes que nos protegen,
poder para luchar con una sociedad que aún refleja falta de conocimiento, poder
para acceder a servicios, reconocerlos y hacerlos valer como derechos, entre
otros.
Como aún
nos falta mucho por hacer en este largo camino, procuremos iniciar el mismo
sosteniendo la mano de nuestros hijos/as en todo momento hasta llevarlos a
alcanzar su máximo potencial, luego ahí nos sentiremos satisfechos pues en ese
preciso instante podremos soltarlos.
No
permitamos que nos digan que existe algo imposible. Por nuestros hijos e hijas,
solo por ellos y ellas procuremos ser:
persistentes.
Facebook:
@FlorDeLizSantiagoFernandez
@FamilyBalanceTherapy
No comments:
Post a Comment