Saturday, January 27, 2018

Cambiemos la actitud


Por: Flor De Liz Santiago Fernández, Trabajadora Social, Autora y Escritora

"No puedo" es una repuesta para quienes suelen ponerse límites en el camino e inventar excusas para no dar el máximo.

Para aquellas personas que a diario nos enfrentamos a grandes retos, y deseamos alcanzar metas y escalar montañas, no existen los obstáculos. Nuestro espíritu de lucha y de perseverancia es inagotable e interminable.

La vida nos ha enseñado que debemos dejar a un lado la negatividad y las actitudes pesimistas. De igual manera debemos rodearnos de personas optimistas que tengan sueños y metas similares para que podamos alcanzar el éxito.

Una actitud negativa nos conduce al fracaso y nos incapacita, por lo que debemos tomar acción inmediata y procurar el cambio.

No olvidemos que las metas que hemos logrado comenzaron quizás con una idea, un sueño, un pensamiento el cual logramos materializar mediante la acción y manteniendo una actitud de triunfadores.

Es natural sentir temor o miedo en determinados momentos, pero no podemos permitir que sea lo que guíe o dirija nuestras acciones.

No se ha escrito una historia de éxito sobre una persona que ante cualquier situación se muestre negativa, evasiva y derrotada. Ciertamente quienes han alcanzado el éxito han sido aquellas personas que se atrevieron, que tomaron decisiones firmes, que se arriesgaron, que aunque dudaron, actuaron, que no se conformaron, pero sobre todo, continuaron.

Procuremos desde hoy cambiar nuestras actitudes y comenzar a crear nuestra historia. Una historia en donde nosotros somos los protagonistas y quienes decidimos el camino hacia el cual queremos y aspiramos llegar.

No olvidemos que las excusas fueron creadas para quienes las dan, así que no hay razón alguna que sea válida que sirva de impedimento para triunfar.


De ahora en adelante asumamos la responsabilidad de nuestros actos, cambiemos nuestras actitudes y desechemos palabras tales como: "no puedo, es imposible, es difícil, no lo lograré, no sé cómo hacerlo, entre otras", y comenzaremos a experimentar cambios positivos en nuestras vidas.


Facebook: @FlorDeLizSantiagoFernandez



Wednesday, January 17, 2018

Procuremos ser: por el bienestar de nuestros hijos


Por: Flor De Liz Santiago Fernández, Trabajadora Social, Especialista en Autismo, Autora y Escritora
Para padres, madres o personas responsables que a diario enfrentamos dilemas en el proceso de abogar por los derechos de nuestros hijos e hijas con autismo. Esta reflexión es para todos nosotros.
Procuremos ser lo mejor que podamos no importa la circunstancias que se presenten en la vida. No importa los obstáculos que se interpongan en nuestro camino, no perdamos el enfoque. Sucederán muchas cosas a nuestro alrededor pero tenemos que llenarnos de valor para continuar.
Nuestros hijos/as nos necesitan fuertes, con una actitud de optimismo ante la vida para de esta manera poder ayudarlos/as, porque hemos sido seleccionados para guiarlos en el camino. Un camino lleno de retos, pero de igual manera un camino que si lo tomamos de la manera correcta, puede transformarse en un camino de grandes recompensas y logros.
En el proceso lloraremos, pero también sonreiremos, sentiremos que caemos, pero nos levantaremos, porque hemos comprendido que tenemos un propósito y una encomienda en la vida. Esta es la de luchar para que nuestros hijos/as disfruten una vida plena e independiente, y que puedan vivir en una sociedad libre de prejuicios.
Nos encontraremos con personas negativas que nos dirán que no podremos lograr lo propuesto, pero a esas personas, mediante nuestras acciones les demostraremos que se equivocan totalmente. Les demostraremos que poco a poco y día tras día avanzaremos y aunque lo hagamos a paso lento, nos sentiremos seguros, porque al final lo lograremos.
Muchas personas me han cuestionado si me he sentido cansada o agotada por llevar a mi hijo desde sus tres años a terapias tres veces por semana (ya tiene 7 años). Ante preguntas como esta, les respondo que sí me he sentido cansada y agotada porque soy un ser humano. Luego les indico que a pesar del cansancio y del agotamiento físico, en mi interior hay una gran satisfacción cada vez que observo el progreso de mi hijo. Un progreso que quienes están afuera no lo perciben, pero yo que soy su madre he podido hacerlo con el pasar del tiempo.
En este aspecto les comparto que mi hijo no pronunciaba ningún tipo de palabra y se dirigía a su familia a través de gritos o quejidos, enfrentaba dificultades con el sueño, realizaba movimientos estereotipados, entre otros. Con el pasar del tiempo, mediante los servicios el mismo hoy en día puede comunicarse de manera verbal, ya no enfrenta dificultades con el sueño, como tampoco realiza movimientos estereotipados. Si esto no es progreso, ¿cómo se le conocerá entonces? Por eso es que nunca debemos rendirnos.
Por otro lado les indico que como trabajadora social, entiendo y reconozco que no puedo privar a mi hijo de su derecho de recibir asistencia mediante sus terapias o servicios relacionados, porque sería un acto de negligencia de mi parte. De igual manera, no podemos pretender observar el progreso de un día para otro, sino con el pasar del tiempo, por lo que es requerido llenarnos de paciencia, esperanza y sobretodo fe, la cual es primordial.
Nuestros hijos/as son el mejor regalo que nos ha dado la vida, y por ellos haremos todo lo necesario para que puedan superarse. Para lograrlo, procuremos continuar siendo padres entregados, comprometidos, responsables, apoderados, resilientes, fuertes y valientes ante todo lo que se nos presente como obstáculo.
Procuremos dejar a un lado el pesimismo, las malas influencias, el prestar importancia a lo que otros piensen o digan y procuremos prestar atención ante cualquier acto que intente violentar los derechos y/o la dignidad de nuestros hijos/as.
Permitámonos continuar cada día fortaleciendo nuestras capacidades, educándonos, educando a otros. No olvidemos que el conocimiento nos provee poder. Ese poder para tomar decisiones asertivas, poder para conocer y entender las leyes que nos protegen, poder para luchar con una sociedad que aún refleja falta de conocimiento, poder para acceder a servicios, reconocerlos y hacerlos valer como derechos, entre otros.
Como aún nos falta mucho por hacer en este largo camino, procuremos iniciar el mismo sosteniendo la mano de nuestros hijos/as en todo momento hasta llevarlos a alcanzar su máximo potencial, luego ahí nos sentiremos satisfechos pues en ese preciso instante podremos soltarlos.
No permitamos que nos digan que existe algo imposible. Por nuestros hijos e hijas, solo por ellos  y ellas procuremos ser: persistentes.
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Friday, January 12, 2018

¿Cómo puedo ayudar a los padres de un niño o niña con autismo?

Por: Flor De Liz Santiago Fernández, Trabajadora Social, Especialista en Autismo, Autora y Escritora


Hoy compartía con una persona muy especial para mí, la cual tuve el privilegio de conocer hace unos cuantos años (18 si mi memoria no falla). En nuestra conversación surgió el tema de los niños y niñas con autismo, porque como sabrán quienes ya me conocen, este es un tema en cada una de mis conversaciones. 
En la misma ella me explicaba que no comprendía por qué una joven cada vez que se topaba con ella, le agradecía por lo que hacía por ella y su hijo. Sin embargo, esta persona en su interior pensaba que en realidad no había hecho mucho por esta joven.
Al escuchar sus palabras de inmediato me identifiqué y le respondí de la siguiente manera: “nosotros los padres de niños y/o niñas con autismo enfrentamos tantos rechazos hacia nuestros hijos, tanta intolerancia por parte de otras personas cercanas y no cercanas, sin contar las críticas, burlas o señalamientos de personas incultas o que no están educadas en el tema, que cuando recibimos un detalle aunque sea mínimo hacia nuestros hijos, aunque sea un saludo, una mirada, o una sonrisa, para nosotros es más que suficiente y nos sirve de aliciente”. Aunque esto sea incomprensible para muchas personas.
Muchas veces un gesto noble, una mirada empática, entre otras acciones, nos demuestra que la mentalidad de las personas está cambiando. Por otro lado, cuando nos enfrentamos con personas insensibles, burlonas, maleducadas, que no comprenden lo que es el autismo y sus implicaciones, nos genera impotencia y sentimientos de coraje. Porque reconozco que en ocasiones, al chocar con las actitudes de ciertas personas me genera un poco de molestia a pesar de mi preparación académica. En esos momentos me invade la desesperanza y el dolor como madre al percibir la incomprensión de otras personas por falta de conocimiento.
Luego me detengo a meditar sobre lo ocurrido, pensando en qué podría hacer para brindar a esas personas que carecen de educación en cuanto al tema, herramientas para que de alguna manera nos puedan ayudar a nosotros los padres. Por lo que más adelante les compartiré dichas herramientas dirigidas a esas personas que no tienen el conocimiento requerido sobre lo que es el autismo, sus manifestaciones y todo lo que conlleva y algunas ideas para que puedan ayudarnos.
En mi análisis pude identificar que no es complicada la ayuda que otras personas pueden brindarnos para que el proceso junto a nuestros hijos sea uno más llevadero. Entre estas mencionaré las siguientes para que puedan tomar conciencia:
  • Una mirada de comprensión y no de juicio
  • Una palabra de aliento
  • Una sonrisa
  • No reflejar gestos de desprecio
  • Que puedan acercarse a los padres y ofrecerles ayuda.
  • Empatía
  • No actuar como si el mundo se estuviera terminando.
  • Si tienen alguna duda, preguntar y orientarse.
  • Evitar pensamientos como el creer que el niño o la niña es un o una malcriada.
  • Brindarle palabras de aliento a los padres como por ejemplo: “No hay                 problema, comprendo,  entiendo, tranquila o tranquilo”.
  • Solidaridad
  • Entre otros.

Es fácil juzgar, señalar y criticar, pero quisiera que estas personas se preguntaran acerca de cuál sería su reacción si se encontraran en nuestro lugar. Nos es suficiente enfrentar cada situación diaria que vivimos en el proceso para ayudar a nuestros hijos, para tener que soportar la intolerancia de las demás personas.
Nosotros los padres de niños y niñas con autismo no tenemos por qué estar explicando continuamente por qué estos se comportan de tal o cual manera, porque al fin y al cabo, es nuestra vida privada y la privacidad de nuestros hijos. No obstante, si optamos por orientar, educar, capacitar y dirigir a estas otras personas para que dejen a un lado su ignorancia, es nuestra decisión.
Como trabajadora social (profesión que amo) y como madre (rol que desempeño con total entrega, amor y pasión), me he propuesto defender los derechos de los niños y niñas con autismo y de sus familiares. Por otro lado, reclamo la unidad de todos aquellos que somos afectados o impactados por las actitudes negativas motivadas por las razones que sean, por parte de aquellas otras personas que constantemente hieren, lastiman y laceran la autoestima de nuestros hijos y la de nosotros como padres en el afán por echarlos hacia adelante. Es hora de que cada persona comprenda que existen maneras para colaborar y ayudar a cambiar el pensamiento y sentir de la mayoría de las personas en la sociedad.
Culmino por compartirles, que en el diálogo establecido con esa persona especial en mi vida en el día de hoy, me sorprendieron sus palabras. No porque sea una persona inculta, porque es una persona totalmente preparada, capacitada y profesional, sino porque expresó unas palabras las cuales comparto por completo y hoy quiero que ustedes las guarden en su corazón y son las siguientes: “El autismo es una parte de nuestros hijos, pero no constituye su todo”. Esto es totalmente cierto. Porque como he explicado en otras ocasiones, ellos son mucho más que su diagnóstico.
Les invito a continuar educando y anunciando al mundo que existen formas sencillas de ayudarnos a crear conciencia y colaborar con nuestros hijos y con nosotros. 
¡Podemos hacerlo!
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Libro: "Intervención Social con Familais de Niños/as con el Trastorno del Espectro Autista".

Wednesday, January 10, 2018

Síndrome del Cuidador en los padres de niños y niñas con autismo


Por: Flor De Liz Santiago Fernández, Trabajadora Social, Autora y Escritora

Los padres de niños y niñas con autismo enfrentamos grandes retos diariamente. Cargamos sobre nuestros hombros responsabilidades y roles los cuales asumimos con amor y total entrega porque nos interesa el bienestar de nuestros hijos y nos sentimos muy comprometidos con ellos. De igual manera reflejamos grandes necesidades las cuales no pueden pasar desapercibidas. Por lo que obviando un poco nuestras responsabilidades, optaré por enfocarme directamente en nuestro rol principal como cuidadores primarios y en una necesidad en particular, la necesidad de respiro. Esto con el fin de evitar lo que conocemos como: “El Síndrome del Cuidador”.

El Síndrome del Cuidador repercute en la salud tanto física y mental de los padres, adjudicándole una consecuencia negativa (Seguí, Ortiz-Tallo, & De Diego, 2008). Estos autores señalaron en su artículo que el proveer cuidados diarios, continuos y a largo plazo a niños con algún tipo de dificultad en su desarrollo puede convertirse en una amenaza para los cuidadores (padres), y en un factor de riesgo para la salud mental y física.

Desde mi punto de vista como trabajadora social, esto puede evitarse cuando surge la alternativa de respiro para esos cuidadores primarios, padres, madres o personas responsables. Esto les provee la oportunidad de fortalecer esas áreas que pueden convertirse en factores de riesgo para su salud y de esta manera puedan continuar luchando por sus hijos e hijas, como corresponde.

Seguí et al. (2008), describió al autismo y los trastornos incluidos en este, como uno de los más complicados y serios de los trastornos en el desarrollo infantil, debido a la constante fuente de estrés que enfrenta la familia. A esto le agregó las dificultades que presentan los padres o cuidadores aludiendo a déficits en la comunicación y en las relaciones sociales, la autoagresión, las conductas repetitivas y estereotipadas, las dificultades en cuanto a la comunicación y el lenguaje, dificultades conductuales, entre otros. Estas últimas fueron descritas como situaciones que alteran la vida familiar y social de los padres, madres y/o cuidadores primarios, quienes en la mayoría de las ocasiones tienen que realizar ajustes en su vida diaria para adaptarse a dichas situaciones, conductas o dificultades.

No obstante, aunque como padres hemos experimentado algunas o todas las situaciones antes mencionadas, reconocemos que a pesar de reflejar en determinados momentos el Síndrome del Cuidador, amamos la labor que realizamos.

Como bien mencioné, uno de los roles principales con nuestros hijos es el de cuidadores primarios. Esto implica depositar todo nuestro esfuerzo para lograr que nuestros hijos adquieran destrezas que les permitan vivir una vida digna e independiente. En el proceso experimentamos agotamiento físico, psicológico y emocional, ligado a las arduas tareas que realizamos como parte de nuestro rol.

Entre nuestras tareas podemos resaltar el llevar a nuestros hijos e hijas a sus respectivas terapias, ocuparnos de que reciban un tratamiento y educación adecuada que se ajuste a sus necesidades. Por otro lado, ayudarlos y apoyarlos para que puedan ser independientes, que puedan adquirir y desarrollar destrezas para la vida diaria, entre otras actividades las cuales nos consumen el tiempo y pueden llegar a desgastarnos físicamente.  

Al inicio de este artículo expuse la necesidad principal que experimentamos como cuidadores primarios e hice referencia al respiro, reconociendo que amamos a nuestros hijos por encima de cualquier situación o circunstancia. Pero la necesidad de este es una latente en cada madre o padre de un niño o una niña con autismo, similar a la necesidad de los cuidadores de pacientes con alguna enfermedad terminal.

Por otra parte, el respiro consiste en que tenemos la necesidad de sentir que podemos contar con la mano amiga de alguna persona o familiar, que nos pueda facilitar un momento para poder descansar de nuestras funciones o roles y nos permita un espacio para nosotros, porque al fin y al cabo somos seres humanos. Que se nos permita tener tiempo para cuidar de nuestra salud física y emocional, que podamos recrearnos y recargar energías para continuar con el trabajo que a diario realizamos como parte de nuestro compromiso como cuidadores. Que se nos brinde una ayuda en el proceso de cuido, protección y atención de estos en algún momento, porque en la mayoría de las ocasiones nos sentimos solos, desamparados y abandonados y no contamos con algún recurso de apoyo.

Es necesario que cada padre, madre y/o cuidador de un niño o niña con autismo pueda contar con algún recurso a su lado, por lo que como trabajadora social y madre de un niño con autismo recomiendo que iniciemos una búsqueda para lograr tener acceso a esos recursos que nos permitan disfrutar de un respiro. Esto redundaría en mejorar nuestra salud emocional y física y que podamos ser más productivos para el beneficio de nuestros hijos e hijas que tanto nos necesitan.

Referencias


Seguí, J. D.-T. (2008). Factores asociados al estrés del cuidador primario de niños con autismo:
           Sobrecarga, psicopatología y estado de salud. Anales de Psicología, 1-6.

Facebook: @FlorDeLizSantiagoFernandez

(Próximamente estaré publicando mi próximo libro, en esta ocasión relacionado al autismo).