Dra. Flor De Liz Santiago Fernández, E.Ed, M.Ed Autismo y Educación Especial, LCSW en PR, FL, VA y TX. LICSW en AL, MSW, BSW, RBT, Diplomado en Psicopatología y Mindfulness, Certificada en PNL Practitioner & NLP Life Coach (Acreditado), Certified y MoCCA, ADOS 2 y ADI-R. Autora y Escritora, Administradora y Fundadora de Family Balance Therapy, LLC., Estados Unidos, Profesora en Ana G. Méndez, South Florida (Miami Lakes) y Nova Southeastern University Miami y Puerto Rico.
Tuesday, August 25, 2015
¿Qué se ha perdido?
Sunday, August 16, 2015
Para sanar es necesario llorar
Friday, August 7, 2015
De Niña a Mujer (La Transición)
Cuando era una niña la única preocupación que tenía era poder dormir bien, comer y tener ropa para vestirme, jugar y compartir con mis hermanos y amigos. De la mayoría de mis situaciones, se ocupaban mis padres. En realidad no tengo de qué quejarme, porque a pesar de las diferentes situaciones, nunca me faltó la comida, la vestimenta y mis necesidades básicas siempre fueron cubiertas y satisfechas por mis padres.
Mientras fui creciendo y desarrollando, mis preocupaciones e intereses comenzaron a cambiar. Ahora sólo me preocupaba por ser una buena estudiante y poder enorgullecer a mis padres.
Les aseguro que hice todo lo posible por causarles orgullo. Pero dentro de todo se cometen errores que gracias a Dios se pudieron enmendar con el paso del tiempo.
Hoy por hoy, como toda una mujer adulta, madre, esposa y profesional, les puedo comentar que son muchas más las preocupaciones y responsabilidades. Como madre, mi preocupación es que mis hijos se sientan seguros, que estén bien cuidados y que al igual que hicieron mis padres conmigo, las necesidades de mis hijos sean satisfechas y cubiertas de igual manera, y de todo lo anterior me ocupo. Una de mis mayores responsabilidades es brindarles amor, atención y todo lo que conlleva ser no sólo una madre, sino una excelente madre.
Como esposa, mi mayor preocupación es ser la esposa, amiga, compañera y amante ideal. Cumplir con mis deberes y responsabilidades como esposa.
Como profesional, mi preocupación es dar el máximo de mí, educarme día por día, adquirir experiencia, ser competente y mantener profesionalismo. A esto le añado el permitirme crecer y escalar.
Como mujer, mi preocupación es poder ser un ejemplo positivo para otras mujeres y que las mismas puedan aprender a través de mis experiencias.
Cumplir con cada una de las responsabilidades que me tocan y el tener tantas preocupaciones, reconozco que puede ser un poco difícil. Pero de igual manera reconozco que con enfoque, disciplina, e interés se puede cumplir con todo de una manera exitosa. Basta con desear ser mejor persona cada día y poseer un gran deseo de superación.
Siempre que dialogo con mi hija de 16 años, cuando tiene alguna dificultad o problema o alguna preocupación, le digo que medite, que tome las cosas con calma para así tomar las mejores decisiones y que disfrute su momento, pero que actúe. Le comento que en el futuro serán más grandes sus preocupaciones y responsabilidades y que desde ahora debe prepararse.
Es muy hermosa esa transición de niña a mujer. Cada etapa tenemos que vivirla con intensidad y disfrutar cada experiencia porque de cada una aprendemos para bien o para mal. Cada experiencia nos marca como seres humanos.
Les invito a realizar un autoanálisis. Evalúemos lo que éramos desde niñas, lo que somos y lo que deseamos ser. Les invito al igual que yo lo hice, a buscar fotos que marquen su transición física de niña a mujer y mediante dichas fotos, analizar los recuerdos guardados y vividos en cada etapa. Les aseguro que será una grata experiencia recordar y revivir ese cambio de niña a mujer.
Invito a los caballeros a realizar el mismo ejercicio, su transición de niño a hombre.