Friday, December 4, 2020

Pensando en voz alta (el autismo, mi hijo y yo)

Por: Flor De Liz Santiago Fernández, Trabajadora Social, Especialista en Autismo y Educación Especial, Técnico de la Conducta Registrada, Autora y Escritora

Luego de analizar y meditar un poco, me he percatado que en realidad como bien dice el refrán: “La ignorancia es atrevida”.  "¿Qué si es cierto que no puedo dormir y descansar la cantidad de horas que lo hacen otros padres?"  Es cierto, pues mientras la mayoría duerme ocho horas o más, yo duermo menos, y en ocasiones me amanezco junto a mi esposo, para atender a nuestro hijo.  "¿Qué si me arrepiento de ser madre de un niño con autismo?"  Es como preguntarme si deseo continuar viva.  Esta pregunta específicamente me ocupa, pues es una total falta de respeto.  

"¿Tu hijo hace esto o aquello?  Porque mi hijo/a sí lo hace".  Pues fíjese, que no estamos para comparar o competir, cada ser humano es diferente y no todos los niños/as con autismo son iguales.  Todos tenemos problemas y dificultades con nuestros hijos/as.  Obviamente, todos los tenemos, pero usted no debe generalizar porque no está en mis zapatos, como tampoco me acompaña en mi diario vivir y desconoce los retos que enfrento a diario. 

Mi hijo no es perfecto, y de hecho, nadie lo es.  No es como otros niños y niñas, no tiene los mismos intereses pues es un ser único, como todos lo somos.  Estoy muy consciente de que, por el momento, no puede sentarse a establecer una conversación conmigo o con otras personas, porque así es él, y lo respeto.  Entiendo y reconozco que únicamente hablará de aquello que le interesa, de lo que desea, y siempre estaré dispuesta a escucharlo.  Igualmente, nunca dejaré de intentar hablarle de otros temas.  No obstante, mi hijo es inteligente, increíble, cooperador, aprende de manera diferente, es capaz, y mejor aún, es un niño fuerte, saludable, feliz y amado. 

Por favor, si usted verdaderamente me estima o desea ser mi amigo o amiga, conocido o conocida, o es mi familiar cercano o lejano, no se le ocurra decir frente a mí, o a mis espaldas (pues de todas formas me enteraré), que mi hijo está enfermo o loco.  Mucho menos utilice la palabra: “bendito”, para referirse a él.  Mi hijo es diferente, ¡claro que lo es!  Su diferencia y diversidad para mí que soy su madre, me enriquece.  ¡Guárdese el “bendito” para cuando realmente lo necesite!  Más bien sea una persona empática, solidaria y edúquese, para que no ande diciendo y comentando tantas incoherencias sobre el autismo.

Mi hijo es uno de mis mayores tesoros junto a su hermana sin autismo.  Ambos son mi motor y mi vida, y me siento orgullosa de ellos.  Una vez aprendí lo siguiente de una admirada profesora:  “no asuma, pregunte”.  Así que, si usted no tiene conocimiento alguno sobre el autismo, y sólo observa, critica, juzga y opina sin fundamentos, desde afuera, hágamelo saber con tiempo, que yo con mucho gusto le oriento. 

Ya basta de que traten de hacernos sentir mal como padres de personas con autismo, respete para que le respeten.  Entienda de una vez y por todas, que SIEMPRE estaremos en la disposición de defender y apoyar a nuestros hijos e hijas, y que el amor que sentimos por ellos y ellas es demasiado grande y fuerte.  No buscamos su pena, lástima o compasión, buscamos respeto, inclusión, empatía, tolerancia, y que dejen de hacer preguntas inapropiadas e inadecuadas.  Igualmente solicitamos que nunca generelice. 

¡Basta!

Facebook:  @FamilyBalanceTherapyLLC


8 comments:

  1. Cierto 100 por ciento ,de acuerdo ,Dios sabe lo que hace y cómo lo hace y con quién lo hace y los escogió a ustedes para ser los padres de Luis ,y de verdad los admiramos a Luis lo más que tiene es amor y dedicación de parte de ustedes y en todos los aspectos se han dedicado a el ,nos quitamos el sombrero ante ustedes y los felicitamos y a Luis por su gran aprendisaje .

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    1. ¡Muchas gracias por esas hermosas palabras! Luis Miguel es nuestro propósito de vida. ¡Mil gracias!!! ¡Bendiciones!

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  2. Muy acertado lo que dices, completamente de acuerdo. Es lamentable, que las personas no sean empáticas, y así a la ligera, expresen sandeces fuera de lugar.
    Se entiende que, existe un nivel de ignorancia ante temas que ciertamente como en el TEA, han sido utilizados públicamente desde una visión tesgirversada sin embargo, eso es diferente a no tener empatía ni sentido común. Yo le digo a las personas, si usted no sabe, pues pregunté, y si sabe, pero no tiene nada bueno que decir, con el silencio aporta más... Seamos más empáticos y mejores personas.

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  3. Waooo. Me quito el sombrero. Aunque trabaje con ellos jamás será el mismo trabajo. Dios continúe derramando sabiduría sobre sus vidas. Un abrazo.

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