Por: Flor De Liz Santiago Fernández, Trabajadora Social, Especialista en Autismo y Educación Especial, Autora y Escritora
El proceso
que estamos atravesando a nivel mundial no es sencillo. Estar encerrados en cuatro paredes aún por
nuestra seguridad y bienestar no deja de ser difícil, mucho más para nuestros
hijos e hijas con autismo. Nos desesperamos al ver su angustia al no
poder salir y aunque lo intentemos evitar, no deja de dolernos. Nos toca profundamente la situación ocurrida y
nos invade en ocasiones la impotencia.
No
obstante, nos corresponde hacer lo que estamos acostumbrados: buscar y agotar todas las alternativas para
que nuestros hijos e hijas se sientan bien y tranquilos dentro de lo que
acontece. Este es el momento preciso para jugar con
ellos y ellas, y pasar tiempo de calidad. Porque aún dentro de cuatro paredes
tenemos mucho que descubrir y aprender.
Hoy la difícil
situación que enfrentamos nos brinda la oportunidad para demostrar a nuestros
hijos e hijas, cuánto los amamos, de abrazarlos, de besarlos y de percatarnos
cuánto han crecido y se han desarrollado. A veces el afán diario nos limita y nos quita
tiempo, promueve que aunque compartamos el mismo techo con otras personas
llamadas “familia”, nos convirtamos en desconocidos.
El
permanecer en nuestros hogares no implica meramente el distanciamiento social
como método de prevención y protección, sino un método de acercamiento hacia
aquellas personas que conviven diariamente con nosotros. En especial, con nuestros hijos e hijas.
Ante la
seriedad del asunto, reitero la importancia de que permanezcamos en nuestros
hogares y que nos abracemos a la vida. Nos
toca hacerlo por nuestros hijos/as con autismo, por todos los niños y niñas, por cada ser humano, por nuestros padres, por nuestros adultos mayores, por nuestro país, por el mundo entero.
Hoy más que
nunca, quiero que prestemos gran importancia a la salud y bienestar de nuestros
hijos e hijas con TEA. Sabemos las dificultades
que enfrentan cuando surgen los cambios de rutina, en especial si estos cambios
son repentinos. Muchos de ellos y ellas
(en su gran mayoría), no comprenderán lo que sucede, pero es nuestro deber
explicarles como podamos y mantenerlos ocupados y ocupadas. De igual manera, buscar opciones para evitar
las llamadas crisis.
Dejemos que
los expertos se ocupen de lo que acontece en el exterior y nos ayuden a
solucionar esta situación que nos afecta a todos. Mientras tanto, tomemos el control de lo que
sucede en nuestros hogares, que pueda impactar negativamente a nuestros hijos/as. Aquí, los expertos somos nosotros y nos corresponde asumir nuestros
roles con valentía.
Si crees
que necesitas ayuda para enfrentar este proceso, no olvides que contamos con
diversos métodos para establecer contacto con otras personas que nos pueden
brindar la mano. Entre estos: una
llamada o video llamada, un mensaje de texto, un correo electrónico, entre
muchos otros. Utilicemos las conexiones
que tengamos si en algún momento nos sentimos solos.
Aunque cada
proceso con nuestros hijos e hijas con TEA es diverso y único, en este momento
todos enfrentamos una situación en común y tenemos un solo enfoque: cuidarnos. Por lo que te invito a respirar profundamente,
a tomar la calma, a que no desesperes, a que te enfoques en lo positivo de la
situación. A que ocupes tu mente y tu
tiempo, a que medites y reflexiones, y sobre todo a que valores esta
oportunidad que tenemos para preservar nuestra vida.
Les invito a poner nuestra fe en acción y a
pedir por todas las personas en diferentes países, que al igual que nosotros
luchamos por combatir un virus que nos ha invadido. En especial, les solicito que no soltemos de
nuestras oraciones y pensamientos a todas las familias de personas con autismo.
En especial a quienes se levantan
diariamente luchando para evitar que sus hijos e hijas salgan a la calle a
exponerse, aunque ello implique hacer frente a fuertes crisis las cuales han
incluido agresiones por parte de estos.
Es momento
de que seamos solidarios, de que nos unamos aún en la distancia. Es momento de que entendamos que ninguna
persona está a salvo si no seguimos las debidas recomendaciones. Es el momento de que reflexionemos y
comencemos a valorar aquello que realmente importa.
Les envío
un abrazo fuerte y solidario. Si no
tienes con quién hablar, habla primero con Dios, luego habla conmigo pues aquí
estaré para ti.
¡Que Dios nos ayude a todos en cada rincón del mundo!
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@FlorDeLizSantiagoFernandez
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