Por: Flor De Liz Santiago
Fernández, Trabajadora Social, Especialista en Autismo, Autora y Escritora
“Abro mis
ojos ante un nuevo día y me pregunto, ¿cómo será? ¿Qué podré esperar? Justo
cuando comienzo a iniciar el mismo me percato de que es incierto, no puedo
asegurar nada. Guardo en mi corazón la
esperanza de que algo cambie, de que todo marche bien, pero no ocurre. A pesar
de ello, continúo creyendo. Por lo que
me dispongo a luchar internamente con mis fortalezas para que superen mis
debilidades.
Inmediatamente
me incorporo, suspiro, respiro y dialogo conmigo misma para encontrar la
motivación necesaria y las palabras de consuelo y aliento que tanto necesito. ¿Qué sucederá hoy? ¿Cuál será ese reto nuevo
que tengo que enfrentar?
Luego de
realizarme tantas preguntas ante la incertidumbre diaria, comienzan los
eventos. Esos eventos que me hacen
comprender que no todos estamos preparados para esto, para resistir el empuje,
lo que me lleva a realizar el siguiente análisis: quien sobrevive, triunfa y
lucha lo hace porque realmente ama.
Porque si no existiera el amor sería imposible avanzar, y solo quien
conoce comprende. Es fácil juzgar y señalar, pero vivirlo es de guerreros y de
valientes, de personas apoderadas, pero humanas.
Transcurre
el día y todo permanece igual, mientras yo permanezco en silencio esperando el
nuevo detonante y preparándome para reaccionar y poder llevarlo a la calma, a
la quietud, no solo por él, sino también por mí. Me debilito, me fortalezco, me autoevalúo y
me lleno de valor para dar el todo por el todo porque sé que me necesita,
aunque yo de igual manera lo necesito.
Llega la
noche y el trabajo arduo continúa, sin sustitutos o suplentes, sin hallar a
alguien que por un instante pueda relevarme de mis responsabilidades para
respirar únicamente, recargarme y continuar. ¡No lo encuentro! Me angustio, me invade la duda mientras
percibo que el esfuerzo realizado no es suficiente. Justo en ese momento en donde mis oídos pueden
escuchar sus continuos gritos, sus palabras repetitivas, su angustia ante lo
desconocido, sus reclamos sin motivo aparente, su actividad física la cual no
se detiene, abro mis ojos ante la realidad.
Una realidad dolorosa, la de observar que estoy sola y que tengo que
hacer frente a lo que ocurre, mientras que tengo que ser fuerte, aunque el
cansancio me acaricie en todos los sentidos.
En este
momento de mi vida hay muchas cosas que me parecen inexplicables, por lo tanto,
no busco tales explicaciones, sino que continúo. Reconozco que estoy emocionalmente agotada,
físicamente ni hablar, pero asumo mi deber con amor, con esperanza y con toda
la fe que se requiere. Porque no me queda más que brindarme aliento y palabras
motivadoras, y expreso mi total admiración a quienes al igual que yo reconocen
que mi lucha es compartida”.
Dedicado a los padres de niños y niñas con autismo,
por el trabajo arduo que realizamos diariamente del cual no tenemos algún tipo
de descanso, pero aun así lo desempeñamos con un amor tan inmenso que solo
quien está dentro de esta lucha puede comprender su inmensidad. Les oriento a que busquen la manera de liberar
y de recargar, pues lo necesitamos.
Facebook: @FlorDeLizSantiagoFernandez
@FamilyBalanceTherapy
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