Por: Flor De Liz Santiago
Fernández, Trabajadora Social, Especialista en Autismo, Autora y Escritora
Hoy tan
solo quiero desahogarme un poco porque siento que si no lo dejo ir, acabará por
lastimarme. ¡Qué triste es para nosotros los padres, tener que lidiar con personas
“capacitadas” profesionalmente para atender a nuestros hijos e hijas (según
ellos y sus títulos), más sin embargo cuando le hablas de un niño o niña que
está fuertemente comprometido con su diagnóstico de autismo, o diagnosticado con
un nivel 3 de autismo, casi salen despavoridos corriendo como si estuviera
ocurriendo una catástrofe!
Tan
reciente como el lunes, visité una escuela en donde la directora me indicó que
solo aceptaban niños y niñas nivel 1, porque debían ser funcionales para poder “integrarlos”
(prefiero inclusión) a la corriente regular.
Luego te dicen, déjame escribirlo de otra manera para que no parezca
discrimen. Inmediatamente me dije a mí
misma: “Solo quieren lo fácil”. ¿Por qué no aceptar el reto de educar y
brindar oportunidades a niños y niñas con autismo nivel 2 y 3, lo que les
corresponde a estos por derecho?
Mi sorpresa
fue aún mayor, cuando un colegio privado me expone que no cuentan con la
preparación suficiente para atender y recibir niños y niñas con autismo que
enfrenten dificultades conductuales marcadas. No obstante, cuentan con matrícula de estudiantes con TEA. Sin embargo, sostuvieron que solo cuentan con algunos cursos en autismo, algunas
educaciones continuas, pero no una preparación suficiente.
Me
pregunto, ¿será acaso que nosotros los padres tendremos que crear escuelas y
colegios que se comprometan con brindar a la población de niños y niñas con TEA
educación y servicios no importando su nivel de autismo? ¿Por qué continúan segregando y
excluyendo? ¿Acaso no saben el dolor que
causan en la familia cuando se expresan de esa manera?
Esto me
llevó a pensar lo que antes expresé: "Solo
quieren lo fácil". No se preparan para
atender la diversidad en el TEA, los diferentes niveles, las características y
solo quieren trabajar con niños y niñas que puedan competir con los de
corriente regular, es decir, con niños típicos.
Lo que más
me incomoda por no decir molesta, es que luego se jactan diciendo que atienden
a la población de autismo en sus escuelas y colegios, pero sin abundar sobre
los requisitos absurdos que le piden a los padres. Igualmente, sobre las exigencias que hacen a
estos niños y niñas.
¡Ya basta de
paños tibios! Ya basta de permitir que se llenen la boca diciendo que cuentan con
un salón de autismo, en donde discriminan a los niños y niñas con autismo de “difícil
manejo” (como les dicen). Cuando en
realidad lo que requieren son profesionales capacitados y comprometidos con la
población, con las herramientas necesarias para trabajar con ellos y ellas.
Estoy
indignada, porque nuestros hijos e hijas merecen respeto, nosotros merecemos respeto.
En mi experiencia como madre de un niño
con TEA he descubierto en el camino, que la mayoría solo quiere lo fácil. Mi recomendación es la siguiente: si no está preparado o preparada, si no cuenta
con la vocación, si tiene miedo y/o temor, si no puede o no quiere, RENUNCIE y
váyase a trabajar directamente con los estudiantes típicos, pues en ellos podrá
encontrar lo que pretende hallar en nuestros hijos e hijas con TEA.
¡Yo amo a mi hijo con TEA, lucho por la inclusión y por el respeto a la diversidad!
Facebook:@FlorDeLizSantiagoFernandez
@FamilyBalanceTherapyLLC
Ay Flor te entiendo. Mi nieto no es un niño con Autismo, su diagnostco es Deficit de Atencion. En la escuela que asiste no le honran los acomodos y le han violado sus derechos continuamente. Me siento igual que tu. Reconozco, que ya no tengo tolerancia con el sistema pero voy a tener que intervenir. No sabes cuanto entiendo a los padres. Por eso en mis cursos siempre le digo a los maestros que se pongan en los zapatos de los padres. Un abrazo solidario.
ReplyDeleteComprendo Profesora. Usted es de gran inspiración para sus estudiantes, así como lo fue para mí. Es una ardua lucha la que enfrentamos los padres. No es fácil, pero cuando tenemos que intervenir, lo hacemos. Espero que la situación con su nieto mejore, de lo contrario utilice todo el conocimiento que tiene para ayudarlo. ¡Un abrazo fuerte para usted igualmente!
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