En el transcurso de tu vida has cometido errores de los
cuales jamás pensaste que tendrían consecuencias. Errores que te han lastimado,
que te han marcado, que te han causado heridas profundas, que te han hecho
sentir ofendido (a) y no solo a ti, sino a las personas que te han depositado
su confianza y te aman con el alma.
Al transcurrir el tiempo, luego de despertar y
observar los errores cometidos, primero necesitas tener en cuenta que no puedes
detener el tiempo y regresar al pasado, por lo que debes comprender lo que
hiciste y enfrentarlo pues lo hecho, hecho está. Lo que sí debes tomar en
consideración es que no importa la magnitud de los errores que hayas cometido, debes atreverte a comenzar, pues nunca es demasiado tarde.
La vida te brinda oportunidades para enmendar y
comenzar de cero. Muchas personas exitosas han cometido graves errores en su
pasado y han podido levantarse. La clave es la perseverancia, la confianza y el
deseo de superar todo lo que se ha atravesado en el camino o lo que en
determinados momentos has establecido como obstáculo, o has atravesado tú mismo
(a).
En el camino de la recuperación y en el proceso de
levantarte, tienes que estar consciente de que las personas que confiaron en ti
y les fallaste, se encuentran en un proceso difícil y que poco a poco podrás
recuperar su respeto, pero será un proceso lento. Primero debes comenzar por
mostrarte y probarte que puedes cambiar, que te puedes recuperar y que nada va
a detenerte. Luego de recuperar esa confianza, respeto y fe en ti mismo (a),
estarás preparado para que otras personas vuelvan a creer en ti, y si no sucede
que eso no sea impedimento para continuar luchando.
El punto importante es que la propia Biblia establece
que si siete veces cae el justo siete veces Dios lo levanta, e
independientemente de quienes crean o no en Dios, el haber cometido errores no te
hace mala persona y tienes derecho a levantarte.
¿Sabes que es imprescindible? Que comprendas y
asimiles que ninguna persona es perfecta y que todos han cometido errores en la
vida. Lo lamentable sería que utilizaras este argumento para justificarte y lo
gratificante sería que lo utilizaras para defenderte, para olvidar y evolucionar.
Así que no importa por la situación que estés
atravesando o que hayas atravesado, no importa cuántas veces hayas caído, la vida
te brinda la oportunidad de levantarte y de recuperarte.
Así que no te lamentes más, limpia tu rostro,
sacúdete, muévete del lugar en donde te encuentras, aléjate de las malas
influencias y de todo aquello que te persuada a recaer y toma el control de tu
vida.
Te invito a conocerte, a valorarte, a respetarte a
confiar en ti y a comprender que no hay nadie más importante y a quien debas
amar tanto, como a ti mismo (a).