¿Es el lugar en el que estoy
el lugar en donde quiero estar?
En cuántas situaciones, ocasiones, circunstancias y/o
momentos nos hemos realizado esa pregunta. Y es que en realidad en determinados
instantes de nuestra vida nos tenemos que detener a meditar y analizar sobre
esto.
Para responder a esta interrogante deberíamos
remontarnos a algunos años atrás y pensar en ello. Para hacerlo podríamos
cuestionarnos de la siguiente manera formulando las siguientes preguntas:
·
¿He
podido cumplir las metas trazadas en el pasado?
·
¿He
podido realizar cada cosa que me propuse anteriormente?
·
¿Siempre
he querido estar en el lugar en donde estoy o es que el destino me ha llevado a
estar aquí?
·
¿Estoy
aquí porque las circunstancias de la vida me han llevado?
· ¿Será
que sí estoy en el lugar en donde quiero estar pero no con las personas con las
que quiero estar?
·
¿Me
habrá jugado vilmente el destino?
·
¿Será
que he dejado cosas inconclusas?
·
¿Por
qué me siento de esta forma?
·
¿Es
saludable sentirse así?
·
¿Cuál
podría ser la causa de mi duda?
·
¿Estaré
necesitando un cambio o algo nuevo en mi vida?
·
¿Qué
puedo hacer?
Es probable que puedas sentirte de esa manera porque quizás
no hayas tomado buenas decisiones en el transcurso de tu vida, o por sucesos
ocurridos. Pero no todo se ha perdido. Nunca es tarde para llegar al lugar en
donde realmente quieres estar.
Por otra parte, quizás ya sea tarde para estar con
quien o quienes deseas estar pero nunca olvides que han sido decisiones que
anteriormente tomaste y ante esto hay que enfrentar las consecuencias. Puede
haber sido el producto de decisiones tomadas por otros que te hayan afectado de
igual manera.
Si tu situación es que ya estás en el lugar en donde
querías estar pero no con quienes deseabas estar, verifica y analiza qué es lo
que ha impedido que esas personas estén hoy en día contigo, y trabaja con ello.
Procura de ser posible y si está en tus manos, que puedan llegar hasta donde
estás.
Otro punto sería que posiblemente estés en el lugar en
donde debes estar y con quienes debes estar, en donde eres útil, necesario/a,
productivo/a, y no lo has podido percibir.
Medita en lo siguiente: las vidas que has tocado, las
situaciones que has transformado, los cambios que has realizado, las metas que
has cumplido o estás por cumplir, los sueños que has podido convertir en
realidad. Lo mucho que te has sacrificado, lo lejos que has llegado, la
cantidad de personas a las que has impactado y apoderado. Los gratos recuerdos
que has dejado, las lágrimas que has secado, los caídos que has levantado, los
grandes puentes que has cruzado, las montañas que has escalado. Los obstáculos
que has sobrepasado y a los enemigos que has derrotado.
Luego de haber
analizado todo lo anterior, reflexiona nuevamente sobre la pregunta que has
realizado.¿Es el lugar en el que estoy el lugar en donde quiero
estar? Y podrás concluir que estamos en donde estamos y con quienes estamos, por
alguna razón. Y que muchas veces lo que pensamos que es lo mejor para nosotros,
no necesariamente lo es.
Que quizás estás perdiendo el disfrutar cada cosa que
haces, cada paso que das, cada logro que alcanzas porque te enfocas solamente
en lo que está por venir, o en pensar que en donde estás no es el lugar
adecuado para ti. Pierdes lo mejor de tu vida, tus mejores años pensando
siempre en lo que vendrá luego.
De ahora en adelante, cuanto sin percatarlo te
realices la misma pregunta, u otra persona te cuestione de esa manera, le dirás:
estoy en el lugar en donde debo estar por el momento y con quienes deseo estar.
Porque nadie puede obligarte a estar con quien no desees.
Siempre lleva contigo una actitud positiva la cual te
ayudará a ser la mejor versión de ti en donde quiera que estés, pues esto es lo
que verdaderamente importa en la vida. Esa actitud positiva acercará a todas
esas personas con las que quieres estar y te llevará a ser feliz en cualquier
lugar o rincón del mundo.
Recuerda que lo bueno de la vida puede estar al
alcance de tus manos, no lo dejes ir atrayendo las cosas negativas e ignorando
lo positivo que tienes y lo que te rodea. A veces vivimos sin vivir porque
hemos muerto estando vivos. Cambia tu
actitud, y podrás disfrutar de grandes cosas. Porque a veces la falla no está
en los demás, sino en nosotros mismos. Y somos nosotros quienes debemos cambiar
y no tratar de cambiar al mundo. Hacia adelante!!!!